SECCIONES - TÍTULOS

Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

sábado, 30 de enero de 2016

UNA MIRADA AL ALMA - SOLTANDO EL APEGO


Tanto dolor no podía ser real, sentir esa pena tan inmensa en su alma, era un sufrimiento que no parecía de este mundo.
No era la primera vez que había experimentado una ruptura y sin embargo, en esta ocasión en su corazón sentía que algo se rompía y que nunca volvería a ser como antes.

Recordaba la primera vez que vio a aquel hombre que la sorprendió mientras se dirigía a su trabajo. No le atraía nada, no le gustaba nada, pero le pareció muy divertida su manera de intentar seducirla. Ella estaba enamorada de su pareja y estaba totalmente segura de que acabaría casándose con él algún día, sin embargo, aquel hombre, había llamado su atención y no sabía por qué.

Se olvidó de aquel encuentro y continuó con su vida, aunque de vez en cuando se acordaba de sus palabras, de su sonrisa, de su ímpetu.

Pero el destino quiso que volvieran a encontrarse, y esta vez no pudo negarle un café en aquel bar donde solía ir a desayunar en su tiempo libre.
No era el prototipo de hombre que a ella le atraía, ni por su aspecto físico, no porque no fuera atractivo, sino porque era lo opuesto en sus gustos como mujer, ni en lo que él representaba como hombre. Sus mundos eran muy distintos, él se movía entre personas que ella jamás hubiera conocido y ella vivía una vida tranquila fuera del ámbito que él hubiera alcanzado nunca.

Durante aquel breve momento el tiempo se detuvo y todo lo que compartieron fue como si toda una vida completa pasara durante aquellos minutos. Las sensaciones de bienestar que ella sentía eran intensas, fuera de lo normal, era como estar en casa, como ser ella misma sin miedo, sin prejuicios, sin limitaciones.

Y al mirarle a los ojos comprendió que no podía ver a un hombre frente a ella, que estaba sintiendo algo más que eso, que no importaban ni su cuerpo, ni su profesión, ni lo que hubiera aprendido él en esta vida, ni siquiera sus experiencias vividas, porque ella no estaba observando eso, ella estaba viendo quien era él en realidad, su verdadera esencia a través de sus ojos.

Jamás había sentido algo así, era como estar frente a un universo que se abría ante ella y le mostraba la más anhelada felicidad, su verdadero hogar, todo dentro de aquel hombre que la miraba con la clara pretensión de seducirla.

Ella sabía que la amplia experiencia de él en el arte de la conquista podía significar caer desenfrenadamente en una endulzada trampa que después podía convertirse en un desengaño amargo, pero aquellos ojos no hablaban de nada de eso, transmitían amor, un amor que iba más allá de todo, y él quedaba totalmente desnudo, vulnerable, indefenso ante lo que ella estaba contemplando. Sus palabras revelaban estrategia, seguridad, deseo, atracción física, simpatía, pero sus ojos desprendían belleza, dulzura, evidenciando quién era en realidad aquella persona, más allá de su cautivadora presencia y de todo aquello que desplegaba con su afable elocuencia para fascinarla y enamorarla.
Y esos ojos de alma profunda inundaron todo su ser, sintiendo que el amor no era lo que ella creía, no era lo que le habían enseñado, no era nada comparado con lo que estaba viendo dentro de él y dentro de ella misma.

No tuvo lugar en aquel momento la idea de que estaba comprometida, ni el amor que sentía hacia su pareja, todo quedaba anulado ante él, ante su mirada, ante lo que ella estaba experimentando en todo su cuerpo.

A pesar de todo aquello y después de aquel encuentro, nunca creyó que volvería a verle.

Pero el universo parecía insistir en que ambos etuvieran juntos y las casualidades la volvieron a llevar cerca de él, hasta hacerla caer en sus brazos.

Y ahora, tras su decisión de marcharse a Irlanda, su dolor punzante le recordaba su meditada conclusión ante la actitud de él, después de plantearse si él había deseado realmente estar con ella alguna vez, sintiendo con avidez una gran desolación al pensar que tal vez no la amaba, que la había utilizado, que sólo era otra mujer más con la que había estado divirtiéndose.

Lo había intentado todo, le había explicado cuánto lo amaba, le había manifestado y demostrado su fortaleza y su coraje, su gran capacidad de lucha, su deseo incensante de permanecer junto a él sin importarle ningún tipo de problema que pudiera presentárseles, porque sólo era necesario el amor para desear estar juntos, pero él se mostraba distante, esquivo, y no le ofrecía una clara explicación sobre por qué se alejaba de ella, por qué estaba permitiendo que ella se marchara, por qué no había reaccionado y había ido a pedirle que no se fuera, que la amaba y que estaba dispuesto a todo por su amor.

Aquellas noches de pasión, aquellos encuentros furtivos, aquellas palabras que parecían nacidas en un paraíso creado sólo para ellos, aquellas caricias que enloquecían su alma, su piel, su sed delirante por sentirle y abrazarle, aquellas entregas en las que sentía que atravesaba lo físico y lograba hacer el amor con todo su ser, unida a él más allá de sus cuerpos entrelazados y alcanzando su universo completo, envueltos en algo que no comprendía, algo que parecia extraído de la misma divinidad sagrada, algo que la arrastraba a desear una fusión completa con él y no separarse jamás, aquellas miradas en las que el tiempo se desvanecía y sólo quedaban ellos dos, sin complejos, sin reservas, sin que nada de sus vidas importara, todo aquello había sido sólo una vaga y estúpida interpretación fantasiosa de su mente, y no lo que su corazón le transmitía, no aquel amor que era más grande que ella misma, no aquella luz que ella veía cuando le miraba, no aquellos besos que él le regalaba desde lo más profundo de su océano y que en un sólo segundo le contaban todo lo que él era sin temor, permitiendo que ella entrara en sus secretos, en su mundo oculto, en todo lo que él era en sí mismo.

¿Tan equivocada había estado? En realidad su alma le decía que él sí la amaba, pero debía dejarlo ir, debía dejarle libre, por amor, porque le amaba tanto como para comprender que si él necesitaba estar solo y vivir otras experiencias ella sólo podría desear que fuera feliz y continuar con su vida en Irlanda.

La renuncia era la muestra de amor más grande que estaba manifestándole, aunque, tristemente, estaba convencida de que él ni siquiera se habría dado cuenta de ello, de que no había sabido verla de verdad, de que nunca se dio cuenta de lo que tenía delante, de que no supo reconocer a su alma gemela.

Tal vez en esta vida no podría estar junto a él, pero había aprendido a amar incondicionalmente, había aprendido lo que era el verdadero amor, el verdadero placer de amar con los cuerpos y con las almas, y ese regalo divino por el que estaba agradecida no lo olvidaría jamás.

Y es que comprender que su alma gemela no estaba preparada para afrontar un amor tan inmenso, un amor que no sabía gestionar desde su mente racional por su intensidad, fue un largo proceso de aceptación que la llevó a decidir continuar con su vida, intentando rehacerla sola, con la enorme gratitud en su corazón por haber podido conocerle y haberle sentido tan íntimamente, aunque fuera sólo por un corto período de tiempo.

Jamás le olvidaría, eso lo sabía, pero se llevaría su recuerdo como algo imoborrable e iniciaría un nuevo ciclo de vida deseando no dejar de creer nunca en lo que su corazón le decía, que él era el único y gran amor de su vida, su alma gemela, y que nada de lo vivido había sido una imaginación, aunque nunca más pudiera volver a sentirle.

Tal vez el ser humano no estuviera hecho para vivir un amor tan grande y prefiriese la rutina, la comodidad, lo sencillo.

¿Y qué hay de sencillo en tener una relación en la que siempre estás discutiendo? ¿Cómo puede el amor verdadero manifestarse en una relación de idas y venidas donde todo se resuelve en la cama? ¿Cómo podemos preferir el sufrimiento o la comodidad de una relación tormentosa y pasional o de una relación muerta, antes de la profundidad de un deseo que nace del corazón y no de la energía sexual, o la calma y la felicidad interior que se siente ante tu verdadera alma gemela?

Ella no tenía respuestas, no tras conocer el amor, lo que realmente es el amor, porque ahora sabía que ya nada sería como antes, ya no habría ningún hombre en su vida que la hiciera sentir dependiente, o inferior, ningún hombre con el que todo fuera muy bien en la intimidad pero muy mal en otros aspectos de la relación, ningún hombre que la halagara pero que no la respetara, ya no sería más una mendiga de amor, pidiendo ser amada a su pareja, porque el amor se siente venir del otro, se siente fluir entre ambos, sin mediar palabra y se manifiesta por sí solo como una luz que atraviesa todos los obstáculos.



Ahora sabía también que el amor no es atravesar barreras para lograr estar al lado del ser amado, sino que es permitir que emerja, que sea, que se entregue y entregarte a él sin medida, sin miedo, porque las únicas barreras que existen ante el verdadero amor son las que nosotros mismos nos imponemos.

Ella ya había aprendido que a veces los espejismos que se nos presentan en el camino como si fueran de veras ese amor anhelado, no son más que situaciones para aprender y crecer, pero también sabía de su capacidad de amar, porque había quedado al descubierto al conocer a su alma gemela, y que podía llegar a amar sinceramente, sin limitaciones, sin condiciones, a otras personas, aunque no fuera lo mismo que sentir la conexión con lo más sagrado de su alma.

En Irlanda todo iría bien, conocería a otra persona, se enamoraría, y volvería a experimentar el amor humano, lejos del amor de su ser hacia su complemento divino, pero desde otra sabiduría, desde la consciencia.

Amar es algo que hace el alma, enamorarse es lo que hace la mente, pero ser consciente del punto de partida de su amor la ayudaría a experimentarse a sí misma en cada relación desde otra perspectiva más auténtica.

Su verdad era esa, su alma gemela había rechazado la conexión, la oportunidad de una unión más allá de lo mental, más allá de lo carnal, y tendría que vivir con ello, asimilarlo y proseguir su camino, y, tal vez, tras unos años, si la providencia lo quisiera, o su ser así lo hubiera pactado, volverlo a reencontrar en otras circunstancias más favorables para reiniciar su relación, pues su amor estaría allí, entre ellos, como un lazo inquebrantable, para siempre...

Si dios quiere...”

El avión estaba a punto de despegar y ella seguía escribiendo en su mente todo lo que le hubiera gustado decirle.

Te amo, pero te comprendo, te amo pero dejo que te alejes de mí, porque te siento y sé lo que estás viviendo, porque estoy en ti y noto tu dolor, tu confusión y tus tormentos, y hoy, hoy me marcho, porque sé que no hay nada que hacer, no si no aceptas lo que sientes por mí, no si no te sabes escuchar, no si tu alma habla y tu mente la manda callar. Te amo pero no es suficiente si tú no adquieres el compromiso necesario contigo mismo, si no te permites amar de verdad, si no te separas de tus ideales, de tus pensamientos, de tus miedos ocultos que no sabes admitirte. Te amo pero no te necesito, por eso suelto, me desengancho de esta ansiedad que no me permite respirar cuando me doy cuenta de que te he encontrado y no has podido soportarlo, te has distraído de lo que significa nuestro amor, y te has encerrado en tu mente, aprisionando a tu corazón. Te amo pero debo cuidar de mí misma y por eso me voy. Te amo pero todo lo que te he dicho en esta carta es justamente lo que también debo aprender yo misma. Si tú no estás preparado para amarme libremente, tal vez sea porque yo tampoco lo estoy, tal vez este amor nos queda grande todavía y nos ha tocado continuar creciendo...”

Arael Elämä Araham.

viernes, 29 de enero de 2016

UNA MIRADA AL ALMA - MIEDOS Y VIOLINES

MIEDOS Y VIOLINES


Mientras el mundo que me había sostenido hasta ahora se desmorona bajo mis pies, la música de Vivaldi me acompaña...El gélido invierno congela mis pies descalzos, pero yo camino, camino hacia el futuro, anclada en la presencia de quien soy ahora, decidida, pero asustada, preguntándome si en el próximo paso sucumbiré en el abismo de mis miedos, o si sobreviviré afrontando mi destino... 



Soy la música de un violín agitado que se desmaya entre mis brazos, consciente de que estoy en peligro, mas mi poder deberá salvarme, porque no está tu mano para sostenerme, no hay otros brazos que los de dios para que, si caigo, puedan abrazarme...

Nunca antes había sentido tanto miedo, a mi alrededor todo es un vacío que se presta a delatar mi desasosiego, y el frío se cuela por mi piel para que sepa cuánto cuesta alcanzar un sueño, el precio de saber lo que uno desea, pues si en la siguiente roca se halla mi fortuna, antes debo atravesar el éter con los ojos cerrados.

  Sin embargo,esta vez no traigo ninguna espada porque no tengo que defenderme de nada, sólo viajo con mi violín y la música de Vivaldi, vestida para la ocasión, elegante para no ser descortés con la vida, la cual me habló de porvenir, de coherencia, de renovación, de calma, mientras en mi mente, se está librando una intensa batalla, la duda contra la dicha, la cómoda estancia de mi cuerpo en un enclave que se muere, contra el aventurado espacio donde se forja mi nuevo Ser, mi nueva Esencia, la que renació dentro de mí que busca su lugar fuera de lo que ya fui...

Siempre fui devota fiel de los violines que se dibujan entre notas musicales, estos y mi amado piano, forman la pareja perfecta, pero es Vivaldi quien me acompaña cada vez que me distraigo de mis capacidades, y me entrego sin percatarme a la lucha por abrirme paso entre mis mentiras, esas que me obligan a quedarme, en lugar de irme, de marcharme de lo que ya no puede ser, de lo que ya no soy, y mi pasado me ata, me agarra con fuerza, sometiéndome a la tortura de una decisión que me podría conducir al desarraigo, al abandono, a un sino que me angustia, mas me eleva al mismo tiempo, porque en la valentía reside mi fuerza, en lo que está por venir resuena mi alma, y dejar atrás la seguridad que me mantenía a salvo puede trasladarme a lo más anhelado, o matarme, hundirme en la nada de lo que más temo, de lo que más me hiere...

Sólo soy una indefensa caminante que busca crear su camino, ante palabras de desánimo, lidiando con los fantasmas de otros y con los suyos, que emergen de su estado latente cuando los monstruos que vienen a secuestrar mi serenidad consciente, lastiman a mis ojos inundados de lágrimas, de insomnio, de noches ausentes...

Pero mi Ser decide, ya lo hizo tiempo atrás, antes de ser materia, humanidad, y hoy debo desmayarme ante mi verdad y dejar que se manifieste para no sufrir más, para no morir dentro de mí y soñar, soñar para dar, soñar para escribir, soñar para cambiar, soñar para dejar de llorar...


Arael Elämä...
Una mirada al Alma...

lunes, 25 de enero de 2016

DIALOGOS DEL SER

DIÁLOGOS DEL SER...

Aquella noche tuve una revelación, me di cuenta de que yo no era yo, no me identificaba con mi cuerpo, ni con mis pensamientos, no era mis emociones, ni la vida que estaba llevando, todo era un gran teatro, lo veía muy claro.
Mis miedos desaparecieron, mis dudas, mi afán de superación, mi anhelo de encontrar a mi otra mitad, todo estaba suspendido en algún lugar fuera de mí, mientras yo me sentía viva, más viva que nunca, existiendo en todas partes, llena de un amor indecriptible, un amor incondicional, que rebosaba de mí como una energía resplandeciente que me envolvía, que era yo misma.
Entonces le vi, a él, a ese él que siempre había estado escuchando en sueños, a ese él que siempre me había estado guiando y que tanto tiempo había estado buscando.

- Hola Arán - le dije todavía conectada a mi personaje humano por un filo hilo que lo sostenía como en dos realidades a la vez- ¿puedes decirme qué me está pasando?  

- Que estás descubriendo quien eres, que los velos están acabando de desvanecerse - me contestó con su profunda mirada azul zafiro clavada en lo que estaba siendo yo.

No comprendía cómo podía verle aún de aquella forma, con su figura humana, pero enseguida entendí que era mi mente la que le daba aquella imagen, la que siempre me había mostrado, para evitar caer en el terror de la incertidumbre, para tener algo en lo cual pudiera sostenerme de alguna manera.

- ¿Y qué ocurre cuando de repente caen todos los velos? ¿Cómo puedo seguir con mi vida en este lugar después de ver lo que hay tras ellos?

- Mi pequeña, eso tendrás que descubrirlo tú misma, para eso has venido, ¿o quieres que yo resuelva el enigma sin que tú puedas vivir la aventura de hacerlo por ti misma?

- No tendría mucho sentido, pero es que aquí, nada es real, nada tiene sentido, todo es una ilusión.

- Sí, un sueño, un juego, solo la existencia es real.

- ¿Y qué hago ahora con esto?

- Nada, no tienes que hacer nada.

- Entiendo.

- Sólo existe, mi niña, sólo existe.

- Existo en todo, incluso en ti.

- Así es, y yo existo en ti, somos lo mismo.

- ¿Eso es la llama gemela?

- Sí y no, tú eres tu llama gemela y yo también lo soy, todos lo somos con todos, pero hace mucho tiempo te escogí a ti para experimentar la existencia en los diferentes estratos dimensionales, y tú me diste la mano y aceptaste unirte a mí justo en el momento en que nos desprendimos del océano de luz que somos.


- Dime, si las emociones son parte del juego, ¿qué es el amor que sentimos como humanos?

- Parte del mismo juego, una forma de pseudoamor que usan las mentes para entender lo que transmite su Ser, una manera de cubrir carencias y una forma de impulsarse biológicamente a crear más vida y perpetuar la especie. El amor humano es un conjunto de factores biológicos, neuronales, psicológicos y emocionales que se unen para intentar comprender la verdadera esencia de la existencia a través de las relaciones. Estas sirven de espejo para quien sabe mirarse en él, y de experiencia para todos los encarnados.

- Eso suena tan vacío...

- Por eso el ser humano se siente así, vacío, anhelante de su propia divinidad.

- Y ahora, ¿qué hago yo ahora que sé todo eso?

- Sentir, ser, amar, pues ahora que sabes qué es el amor humano, ya sabes también qué es el amor del ser. Siéntelo y experimenta tu existencia desde su certeza, desde lo que ya sabes y sientes a través de tu verdadera esencia.

- ¿Entonces puedo seguir experimentando?

- Sí mi pequeña, puedes seguir jugando a este juego, participando en este sueño, con una diferencia, has recordado lo que eres y sólo tienes que dejarte llevar...

- Me pregunto cómo se sentirá el amor del ser manifestado en el cuerpo y compartido con los demás.

- Como amarte a ti misma a través del cuerpo de otro, como amar al otro como a ti misma a través de tu propio cuerpo, como si ambos cuerpos no existieran y todo se fusionara en un acto intenso de fusión profunda, como compartirte contigo misma y sentir lo que eres capaz de sentir en ambos cuerpos, como volver a casa...

En ese momento perdí todo el miedo a que mi personaje se diluyera en mi ser, a que éste se manifestara en mi vida y se convirtiera en la Vida en sí misma, porque me había dado cuenta de que no había ninguna experiencia más hermosa que dejarse vivir por el ser y sentir en el cuerpo desde dentro viendo todo lo que ocurría afuera, observando las emociones como parte de la experiencia, los pensamientos como palabras inofensivas, falsas, y reconociéndome en todo, en todos,  amándome en todo, en todos, en cada versión de la misma existencia plasmada en otros humanos, animales, plantas, montañas, ríos, en todo absolutamente, entregándome a la existencia por completo para ser amada y amar por entero..

Y decidí seguir mi camino de la mano de mi compañero, regresando al pesonaje, sin cuestionarme nada, sólo por amor a la experiencia, a la vida, a la existencia...

 

Arael Elämä Araham...

viernes, 22 de enero de 2016

DIÁLOGOS - HUYENDO

HUYENDO

Él se acercó a ella y tomó su mano delicadamente. Sus ojos acariciaban con su mirada a su amada al contemplar cómo caían sus lágrimas, mirándola con tanta ternura que parecía que se ésta se podía respirar cada vez con más intensidad.
Él sabía por qué lloraba ella, lo comprendía, pero le dolía su dolor, deseaba mitigarlo, beberse sus miedos, su incomprensión, su desasosiego, pero también entendía que no era adecuado defenderla de sí misma, sino ayudarla a encontrarse, a lidiar y ganar sus propias batallas, enseñarla a usar su propia maestría para no necesitar depender de nada, ni de nadie, en esos momentos difíciles que ella misma generaba con su mente sin darse cuenta.
Besó su mejilla y limpió su rostro con suavidad, ella sonrió ligeramente y le abrazó tratando de hallar consuelo entre sus brazos.

  • ¿Por qué huyes de mí? - le preguntó él envuelto en el abrazo.
Ella se apartó sutilmente para mirarle a los ojos y le contestó.

  • Huyo porque te tengo miedo.
  • ¿Miedo de mí? Pero si tú sabes que te amo y que siempre estoy contigo. Anda, cuéntame por qué sientes ese miedo.
  • Porque te amo demasiado, tanto que mi mente no lo entiende. Este amor es diferente, es intenso, es un tornado que me envuelve y que arrasa con todo lo que antes creía que era real, me enfrenta conmigo misma, con mis sombras, me desnuda de las ilusiones y los espejimos que me arrastraban hacia un personaje que interpretaba, alguien que yo no era, y me devuelve a mi esencia verdadera. Además, amándote a ti he aprendido lo que es realmente amar y ahora sé que es mucho más que estar enamorada.
  • ¿Y eso te asusta? - le preguntó él con la dulzura de un ángel.
  • Sí, perdóname, perdóname, porque sé que no puedo merecerte si me escondo de ti, si huyo para que no me encuentres, si cuando siento cómo llega esa oleada de amor desde tu alma, simplemente permito que me acoja, que me envuelva, y no hago nada más, sólo sentirte en mí, sentir tu latido latiendo en mi corazón, y con eso, mi amor, con eso me conformo, porque acercarme a ti, a tu vida, me resulta demasiado doloroso.
  • ¿Por qué te duele tanto estar cerca de mí?
  • Porque no creo que pueda gustarte así como yo soy, no creo que puedas amarme, no creo que logres sentir lo que yo siento por ti, tu vida y la mía no se parecen en nada, no sé si pueden ser compatibles.
  • ¿Y por qué crees eso?
  • Porque no soy como esas mujeres que te han gustado, como las que has amado antes, soy muy diferente, no soy tan hermosa, ni tan segura de mí misma, no me muevo en los mismos círculos sociales que tú, y tengo mucho miedo de que me hagas daño, de ilusionarme al estar cerca de ti y que tú sólo me utilices para tener una relación en la que yo salga herida, en la que no te entregues, en la que no seas capaz de reconocer que soy tu verdadera y única alma gemela.Tengo miedo de tu rechazo.
  • No me importa tu aspecto, ni si tienes una profesión bien mirada en esta sociedad creada desde la hipocresía, ni me importa con cuantas personas hayas estado en pareja, ni el hecho de que mi vida haya transcurrido muy lejos de la tuya hasta ahora, ni tampoco me parece que no merezcas que te ame. Pero estás enfrentándote a tus temores, a tu propio rechazo de ti misma. Todo eso que temes que yo haga es lo que te haces, y debes afrontarlo, trascenderlo, observarlo. Mi amor por ti es real, pues lo único que es cierto en todo esto es que ambos nos amamos y estamos en el camino de nuestra unión física, para amarnos, después de haber superado todos nuestros autodesprecios, y fusionar nuestros opuestos dentro de nosotros mismos.
  • Es fácil comprenderte cuando te hallo en mis sueños, o cuando te percibo en mi mundo sutil donde veo lo que a veces dudo que sea cierto. Te muestras sabio, me demuestras tu amor, me cubres de esta sensación de que todo está bien, de que todo es correcto como está, de que estoy viviendo lo que me toca vivir y me haces sentir a salvo, en casa, pero cuando él, es decir, tú, el hombre que eres en este mundo, en esta sociedad, ése que no sabe quién soy en realidad, ése que no me recuerda, ése que se olvidó de nuestro pacto, de lo que somos como almas gemelas y prefirió alejarse de mí y experimentar el amor con otras personas, cuando él se acerca a mí, sólo puedo recordar el dolor que sentí cuando se fue, la amargura de su falta de reconocimiento, el temor a que seguir permitiendo que su presencia me recuerde que no estoy lista para nuestra reunión, que tengo mucho miedo, me haga más daño y no logre superarlo.
  • Querida compañera, sabes que todo lo que estás diciendo es producto de tus temores, de tus dudas, de tu ego. Debes elevarte más y ver desde otra perspectiva. La mujer que eres todavía funciona con el antiguo paradigma de las relaciones, esperando que todo sea color de rosa, sin embargo, este gran amor requiere de mucho esfuerzo de superación, porque tú, mi amada bella, tienes un alma fuerte, guerrera, grande, y no estás aquí para conformarte con una relación rutinaria, no estás aquí para perderte en un papel que interpretarías olvidándote de quién eres, de tu gran poder interior, has venido aquí a hacer algo más que eso, y no puedes estar en pareja si eso es anularte, descartar a tu ser, porque para ti estar en una relación debe motivarte para seguir creciendo, y primero debes descubrir quién eres, cuál es tu potencial y saltar al vacío, sin miedo, alcanzando tu maestría. No te imaginas lo hermosa que es tu alma, lo fuerte que eres, y la gran capacidad de amar que hay en ti. Tú no puedes esperar que te amen de esa forma fácil, fútil, de esa forma en la que se crea una dependencia emocional, de esa forma en la que prima el cuerpo por encima del ser, o del alma, de esa manera en la que se ama algo que no es real, un personaje, una máscara, estás aquí para ser amada como una diosa y amar de la misma forma, como esa mujer que es más que una mujer, es un espíritu lleno de fuerza, de amor puro e inondicional, esa energía que envuelve todo lo que la rodea, esa inmensa luz que ilumina el camino de aquel que se atreva a verlo, a verte. Por eso, mi cielo, antes de que llegue esa persona que anhelas mientras trabajas en ti para sacar lo que ya no sirve para vivir como la verdadera esencia que tú eres, lo que ya quedó obsoleto, lo que te impide progresar, deberás depurarte, deberás conseguir dejar de sentirte inferior a esas otras mujeres de las que me hablabas, deberás empoderarte, deberás ver que eres grande, que no puedes compararte con nada, ni con nadie, porque cada uno tiene su propia esencia, diferente, hermosa también, pero tú, tú mi amor, debes aprender a amarte, y debes abrirte al amor, ése que traemos en nuestro Ser, ese amor verdadero que experimentaremos en esta Tierra, esa energía sublime que nos une, y saber recibirlo como mujer humana en el momento adecuado. Nuestro amor es un amor de otro mundo que debe manifestarse en esta dimensión para elevarla, para que la vibración de lo que nos rodea aumente y se sostenga. Conoces nuestra misión de vida, lo que hemos venido a hacer juntos, y sabes que no se trata de algo romántico, sino de algo más grande, aunque podamos disfrutar del regalo de nuestra entrega mutua en una relación que romperá paradigmas antiguos y aportará otra visión del amor, de lo que realmente es amar.

Su mirada se apagó en un suspiro al comprender lo que su amado le decía, pues tenía tanta razón. Su dolor no procedía del rechazo de su amado, ni tampoco tenía miedo de él, o de que éste le pudiera hacer más daño sin darse cuenta, sino que provenía de ella misma, de su mente, de su ego, de patrones que funcionaban automáticamente y la llevaban una y otra vez a un callejón sin salida, donde se enfrentaba de nuevo a sus fantasmas, a los terribles monstruos que la debilitaban, y la alejaban de sí misma.




Huir, sí, huía, pero no de él, sino de sí misma, de su amor hacia él, de la aceptación de lo que estaba experimentando, de la realidad que se manifestaba como un cuento para que ella aprendiera a amarse de verdad.

  • Gracias, mi amor – le dijo al abrir sus ojos de nuevo y verle allí frente a ella.
  • Ya sabes que estoy aquí para cuidarte, para amarte y para guiarte.

Y decidió dejar de escapar de su destino, de la conexión que sentía en su corazón, de la magia extraña que envolvía su vida.

  • Aceptación en lugar de rechazo, amor en lugar de miedo, permitir en lugar de huir; sí lo entiendo, estaré en mi presencia, sin esperar, sólo tratando de crecer con todo esto, agradeciendo que estés conmigo y entregándome a vivir, a sentir, a experimentar.


Y un nuevo abrazo les fundió por completo, mientras él se sentía complacido al haber logrado que ella comprendiera sus temores, los observara y los trascendiera, aunque todavía quedaban pasos por dar, fases por recorrer, todavía había mucho por hacer, sin embargo, su amor por ella estaría siempre llevándole junto a ella, trasladándose desde otros planos para acompañarla. No podía haber una muestra de amor más incondicional que el hecho de que una parte de la multidimensionalidad de su amado se desplazara hasta ella para cuidarla y guiarla para ayudarla a descubrir su ser.

Arael Elämä Araham
Diálogos

viernes, 1 de enero de 2016

REFLEXIÓN - LA CONEXIÓN INCREÍBLE CON LA LLAMA GEMELA (Reflexión)



Antes de leer esto, guarda tu ego en un cajón y abre tu mente, tu Corazón, tu Alma, y Siente, porque sólo desde tu Ser sabrás si esto está escrito para ti, o no tiene nada que ver contigo...”

La conexión con la energía de la llama gemela y mis encuentros con ésta en otros planos ha sido para mí vital para poder comprender muchos aspectos de mi personalidad artificial, de mi plantilla como humana, y de los bloqueos que podía estar arrastrando, bloqueos derivados de emociones dolorosas, ya fueran por las memorias ancestrales, o por creencias erróneas que me hacían confundir lo que era la unión con la llama.

A estas alturas ya sé perfectamente que todos los que sabemos bien lo que es estar en conexión con esa energía de la llama gemela, conocemos el sufrimiento que nuestra confusión puede hacernos sentir, pues los viejos paradigmas sobre las relaciones, que en estos momentos se están desmoronando, influyen en nuestra manera de enfocar la relación con la llama gemela.

Hallar a un alma gemela y amarla, tener una relación que yo ahora llamaré “tradicional” para diferenciarla de la relación “divina”, es algo que es mucho más placentero, en un primer momento, que el hecho de encontrarte cara a cara con esa persona que en su interior lleva consigo la energía de tu llama gemela, es decir, que eres tú mismo, parte de tu aspecto masculino, o tu aspecto femenino, aunque sólo se siente más hermosa la relación con el alma gemela mientras aún no hayas depurado lo que te impide sentir en tu corazón a tu otra mitad energética, pues una vez que ya estás preparado para la unión, todo se transforma y la relación que existe entre las llamas gemelas parece de otro mundo, pues pertenece a otra dimensión.

Todos soñamos de alguna manera en que nuestro encuentro con nuestra otra mitad energética sea maravilloso, que enseguida te reconozca, que te ame, que todo sea precioso y que la paz y la felicidad interior reinen en nosotros para siempre, sin embargo, la realidad en el mundo de tercera dimensión es bien diferente.

Tenerla frente a ti desmorona todas tus ilusiones, tus espejismos, y te enfrenta a todos tus miedos de golpe, para que los superes, para que seas tu mejor versión, para que ese diamante que hay en ti esté bien pulido. Así que la presión comienza, el dolor, el anhelo, el deseo de que el otro te reconozca, que te acepte, que abra su corazón, y en muchos casos, quien encuentra a esa persona, la busca, la necesita, y trata de guiarla desde esa necesidad de reconocimiento. Ahí el sufrimiento se hace muy presente y en ocasiones incluso pareciera que puedes caer en un pozo sin fondo, deseando que tu llama te rescate, que te escuche gritar su nombre, que venga a salvarte, que te demuestre que te ama y te lleve con él lejos de este planeta, a tu verdadero hogar. Todo eso es una gran distorsión emocional que te enseña a conocerte muy profundamente.

Es cierto que, entre las llamas gemelas, quien está más despierto puede y debe guiar a quien no lo está, sin embargo, esto se tiene que hacer desde la aceptación y el amor incondicional, sin expetativas, y olvidando la idea de que realizando ese guía lleguemos a tener una relación de pareja con esa persona.

No es que eso signifique que no se pueda tener una relación con la llama gemela, sino que estar junto a tu llama gemela como pareja es algo distinto de lo que conocemos, y para entender el nuevo concepto debemos pasar por un proceso que, a falta de una palabra mejor, llamaría “aprendizaje”.

Así que no podemos esperar casarnos con ella, formar una familia convencional, tener hijos, y ser felices dentro de este sistema, enjaulados en los entresijos del antiguo paradigma, donde todos somos simples individuos sometidos a un rol del cual difícilmente podemos salir. Esto no es lo que sucede con las llamas gemelas, sino que sucede algo mucho más elevado, algo que te lleva a querer compartir el amor con los demás, te lleva a querer desplegar tu misión en conjunto.

La Misión de las llamas gemelas tiene que ver con sus aptitudes y con sus capacidades, que ellos deberán descubrir por separado y luego les unirá de alguna manera. Algunas se dedican a la sanación energética, otros son escritores que intentan expandir amor y concienca, otros son profesores que buscan enseñar desde el nuevo paradigma, otros son médicos también con nuevas ideas más holísticas, otros cantan con músicas elevadas que aportan mensajes de amor... Sin embargo, antes de llegar a esto, las llamas pasan por una gran presión (muchas veces a través de experiencias muy dolorosas) que les lleva a descubrir quiénes son en realidad, y qué han venido a hacer.

Por mi parte, después de dicha “presión”, después de trascender muchos miedos, después de enfrentarme a mis propios fantasmas una y otra vez, he comprendido que el nuevo paradigma es la liberación, el amor en estado puro, la conexión entre todos desde el alma a través del Corazón, y la visión del mundo desde la conciencia del Ser, usando como herramienta de actuación para el cambio, la mente, pero la mente lo más limpia posible de los filtros del anterior paradigma, pues los viejos pensamientos suelen ser muy limitantes.

Así pues, la relación con la llama gemela, partiendo de la base de que es una parte de ti, tu energía “opuesta” masculina, o femenina, (ying y yang) y a su vez la energía más afín a la tuya, pues es idéntica, debe ser trabajada siempre desde ti mismo, contigo mismo. Esto significa que si no has depurado los aspectos de ti mismo que llamaríamos “sombríos”, es decir, no iluminados, tu llama gemela te los mostrará con su sola presencia, para que puedas acceder a ti mismo y limpiarlos, liberarlos. Es por eso que algunos salen corriendo en cuanto su llama gemela se acerca un poco, pues el miedo que se siente a sufrir, a ser dañado o sentirse rechazado, el miedo que se siente a no conseguir que funcione la relación y a las diferencias que hay entre ambos a nivel terrenal, hace que entres en contradicción en tu interior, deseando por un lado estar con tu llama gemela, abrazarla, amarla, y por otro lado, cuando ésta se aproxima a ti, prefieres darle largas, o decirle adiós y saber de su vida en la distancia, para dejar de sentir cómo tus sombras siguen emergiendo y haciéndote llorar.

Así como te relaciones contigo mismo en soledad, así te relacionarás con tu llama gemela. Si no puedes estar contigo, si no te aceptas, si repudias algo de ti mismo, tu complemento divino te mostrará ese rechazo, y se alejará de ti, o no permitirá que se inicie una relación, todo de una forma claramente inconsciente. Sin embargo, cuando eres consciente de que rechazas a tu llama, cuando eres consciente de tus miedos, puedes trabajarlos, trascenderlos y ayudar a tu llama gemela a trascender los suyos simplemente centrándote en tu propio proceso interior.

Todo lo que tú no hayas depurado, es muy posible que tampoco lo haya depurado tu compañero gemelo, porque la evolución de ambos suele ir a la par, aunque pueda parecer que el otro no está igual de despierto, pues cada uno va realizando su parte a su manera y con las herramientas que trae consigo. Así, uno puede realizar su limpieza en soledad y el otro necesitar estar en pareja, ya sea porque está con un alma gemela que le haga de espejo liberador, o por estar en una relación kármica (que suele ser muy tormentosa y apasionada) a través de la cual también esté liberando patrones que le pueden impedir su entrega a sí mismo.

También puede ocurrir que sus miedos no le permitan dejar las ataduras de una relación ya terminada, o bien que sepa dentro de sí mismo que no es el momento de la reunión con su llama y necesite mantenerse alejado o alejada. Esto último ocurre cuando ambas están solas pero los encuentros se dan de forma esporádica, pues la atracción entre ellas es tan fuerte que, aunque no sea el momento de estar juntas, se acercan y alejan constantemente, sacando a la luz todas las sombras para que se puedan liberar de forma consciente.



A través de lo que he ido aprendiendo, y de las informaciones a las que he podido acceder, he sabido que no todas las llamas gemelas han venido para unirse en misión, pero sí la gran mayoría, y no todos tienen a su compañero/a divino encarnado/a, sin embargo, a cada uno le corresponde averiguar eso, y aunque algunos puedan guiar, o dar informaciones, solo uno mismo puede saber con total seguridad cuál es su misión y quién es su llama gemela.

Estar en unión con tu complemento divino es mucho más que sentir que estás enamorado, es amar con todo lo que eres, sentirlo en la distancia dentro de ti, latiendo contigo, es saber si está bien o no lo está en esa misma distancia, incluso padecer insomnio si él o ella lo está padeciendo, sentir si está enfermo, si está nervioso, estresado, algunas personas incluso saben si su llama ha bebido más alcohol de la cuenta porque sienten los efectos, estar en unión con tu otro yo es sentir muchos aspectos de su vida en ti, porque la conexión es muy fuerte, puedes saber si está viviendo un momento de pasión con su pareja, o si está pensando en ti, puedes percibir la conexión hasta tal punto que te sientes viviendo en dos lugares a la vez, en dos cuerpos, es descubrir lo más profundo de ella desde tu propio interior, es liberar emociones que sabes que él o ella también está sintiendo, es conocerle tanto que te da un miedo terrible estar a su lado, pero si lo estás todo se vuelve calma repentinamente, es saber que si te tocara ambas energías explotarían y crearían un vórtice de luz increíble, que invadiría el lugar de amor, llegando a muchos corazones, limpiando el ambiente de energías densas.

La presencia de tu compañero divino puede descubrirte tus sombras, pero también puede descubrirte tu creatividad, lo mejor de ti, e impulsarte hasta lo más alto, hacerte soñar y luchar con todas tus fuerzas para conseguir lograr tus metas, puede conectarte con tu fuerza interior, con tu divinidad, y puede mostrarte tu misión, porque es tu misma energía brotando desde otro lugar, amándote, aunque su mente no pueda saberlo, aunque no pueda reconocerte, aunque nunca puedas estar junto a esa persona como pareja, incluso aunque no sepas quién es o le conozcas muy poco en el plano terrenal.

Muchos me preguntaron qué pasaría si no podían estar con su llama gemela en unión, querían saber si encontrarían a una alma gemela con quien poder vivir el amor de una forma elevada, a pesar de que, después de haber sentido ya este amor hacia su llama, creían que no podrían amar a nadie más.

Respondí que no lo sabía, pero que amar es una capacidad que tiene el ser humano, y que sólo tenían que abrir su corazón al amor, pero todo está escrito, todo está ya hecho, el Ser es quien decidió en su momento, pero al no recordarlo, como humanos todo es sorpresa en la vida, y tenemos que aprender en este nuevo paradigma a sabernos dejar llevar, a fluir y dejar que la vida nos sostenga y nos sorprenda, porque el Ser ya hizo su elección, y si tiene que llegar otra persona, lo hará, sin embargo, si estamos embarcados en la fusión con nuestra llama gemela, primero deberemos unirnos con nosotros mismos, en nuestro interior, liberarnos de las capas que no nos permiten emanar lo que somos, y después de eso, de ser lo que hemos venido a ser y hacer lo que hemos venido a hacer, será cuando llegue lo que tenga que llegar, sea nuestra llama gemela o un alma gemela o compañera. Por el momento nos toca caminar, crear el camino, y ser, sentir el amor y dejar que se expanda desde nuestro Corazón, porque así es como lo decidió nuestro Ser...

La conexión con la energía de la llama es para mí una bendición, y así como la vivo y la siento, es la unión con mi propia divinidad, con mi Ser. Es posible que muchos se digan como yo, que la parte humana todavía no puede comprender del todo los porqués o paraqués de todo esto que estamos experimentando, sin embargo, trascender el apego y las expectativas, pasar por encima de todo lo que esperamos, hacernos cargo de nosotros mismos, centrándonos en nuestra vida, en nuestro Ser, y descentrándonos de lo que haga nuestra complemento divino, es la solución más coherente y más sabia, la más respetuosa hacia nosotros y nuestros compañeros divinos, porque, si bien la conexión se siente y sabes mucho sobre lo que vive y siente tu llama en la distancia, eso no tiene que frenar nuestro paso, no debe atascarnos, sino que debe ser una nueva manera de vivir, adaptándonos a esa conexión como parte de lo que somos, porque debe ser una brújula, no una perdición...

Es cierto que esto requiere de una gran Maestría interior, pero aquellos que se vayan a unir a su llama gemela en lo físico y en esta vida, están preparados para alcanzarla indiscutiblemente.

Todo está escrito pero nosotros no sabemos qué ocurrirá, estamos aquí para ser responsables de nuestras acciones, para aprender a ser humanos desde una conciencia más elevada y así contribuir a un Cambio en esta humanidad, que debe dejar atrás patrones de abuso y de dolor, y dar paso a la cooperación y a la Unidad, y desde nuestra misión con nuestra llama o sin ella, es nuestro cometido Ser y empezar esa transformación desde nuestro interior... Ese es el motivo por el cual estamos puliendo tanto nuestro ego, abriendo nuestra mente y sientiendo desde el Alma y el Corazón, más allá de que despleguemos nuestra Misión de forma solitaria, con un Alma gemela a nuestro lado o con nuestro otro Yo (llama gemela).

No debemos vivir en la ilusión de lo que desearíamos que fuera, sino en lo que Es y lo que Somos, para que todo se pueda ir dando.

Ya sólo me queda mostrar mi agradecimiento por leer esta larga reflexión que engloba un poco todo lo que he ido aprendiendo a lo largo del pasado año 2015, y que pediros que pongáis siempre vuestro propio discernimiento, como en cualquier información o artículo que llegue hasta vosotros.

Todo lo que he expresado viene de mi propia experiencia personal y de lo que he aprendido hablando y compartiendo con otras personas que están en contacto, o lo han estado, con sus llamas gemelas.

Nada es inventado, nada es incierto, todo parte de la realidad que he ido conociendo desde mi alma sobre las llamas gemelas, sin exclusividad ninguna, sólo es lo que alguien sencillo como yo comparte, para que otros puedan sentirse acompañados y comprendidos, para que sirva de confirmación a quien le resuene y para mostrar mi apoyo y mi amor hacia mis compañeros de camino, los conozca o no, pues son dignos de admiración por su valentía, por su dedicación y por haber decidido ser lo mejor de sí mismos adentrándose en sus sombras enfrentándose a sus propios monstruos, y lidiando con el gran amor hacia sus llamas gemelas en un mundo donde es muy difícil llegar a estar junto a ellas... 

Deseo que este nuevo año 2016 sea el inicio de un nuevo ciclo lleno de amor, dulzura y unión...

Gracias, 



Arael Elämä...
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