SECCIONES - TÍTULOS

Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

domingo, 20 de septiembre de 2015

DIÁLOGOS - RECORDAR

Sentada frente al televisor apagado, escuchando música relajante, las velas encendidas desprendiendo aroma a vainilla, el atardecer desmayándose a mi alrededor, el silencio en mi interior y la voz de una conciencia pequeña y asustadiza aguarda de nuevo otra conversación.

-Recuérdame, Ser eterno, que soy mucho más que estos pensamientos que nublan mi mente, que no soy la creencia que marca algunas de mis decisiones, que no soy este cuerpo que a veces se mezcla con la identidad de lo que jamás fui, ni seré, recuérdame que sólo escogí venir temporalmente con esta apariencia y que no hay error alguno en ello.

Recuérdame que no te olvide, que siga junto a tu esencia, esa que arde en el centro de mi pecho y que ilumina todo lo que soy aquí, en esta presencia física que me permite experimentar y sentir.

Recuérdame que no soy miedo, que no soy dolor, que soy amor y que todo esto que me hace sufrir no es más que una ilusión.



Sí, ya lo sé, mi amado Ser,-afirmo al sentir lo que me transmite- sé que no existe ninguna programación, no existe nada de lo que veo, todo es una gran creencia dividida en subcreencias que, sencillamente, inventa nuestra mente de manera colectiva.

¿Pero qué tengo que hacer para trascender todo eso?

-No tienes que hacer nada en realidad, mi querida humana, sólo debes dejar de identificarte con tu mente y entregarte a tu Ser divino. A través de él no hay juicios, ni hay que desprogramar nada, ni hay que superar o eliminar creecias, es dar un salto de fe, un salto hacia ti misma, hacia tu divinidad, y permitirte SER, para no volver a caer en la trampa de la mentira de la mente. Así, las creencias  sólo serán creencias y tú las sabrás observar.

-Pero ¿y si todo lo que vivimos es ahora una nueva creencia que estamos inventando para eliminar y aplastar a las antiguas? ¿no sería todo una mentira también?

-Los seres humanos tienen la misma capacidad que tiene su creador, pueden crear, y es lo que han estado haciendo durante toda su larga existencia, sin embargo, sus creaciones se han basado en el paradigma del miedo. Todo es una gran ilusión, sí, pero la mente necesita de esa ilusión, de ese juego aquí, en este mundo de tercera dimensión, sin embargo, ahora tenéis la oportunidad de borrar todas las viejas creaciones que se dividieron en buenas y malas, aquellas que os han causado tanto dolor, aquellas que han convertido vuestro mundo, que podía ser un paraíso, en un lugar dominado por el temor.
Sólo hay que crear algo nuevo, algo basado en el amor, en la esperanza, y para crear hay que creer. El mundo puede ser diferente, sólo si usáis vuestra mente para crearlo, para inventarlo, porque si tenéis que vivir en una ilusión, en una fantasía, podéis escoger entonces cómo deseáis que sea, ¿no te parece?.

-Sí, suena bien, aunque hablas como si tú no fueras humano, mi querido Ser, ¿por qué?

-Porque yo no soy humano, yo soy un Ser, tú eres humana y yo, dentro de ti, experimento lo que es ser un ser humano.

-Recuérdame entonces, mi amado Ser, de dónde vienes, quién eres, porque si yo no soy esta mente, ni este cuerpo, ni estas emociones, significa que yo soy tú, y eso quiere decir que yo tampoco soy humana.

-Así es, pero tú, esa parte de ti que me está hablando, es sólo un personaje más, que tiene parte de mí y parte de tu conciencia mental, eres la observadora, la intermediaria entre lo que realmente eres y lo que creías ser.

-Y dime, mi Ser, ¿moriré?¿morirá el ego?

-No, sólo nos diluiremos y colaboraremos.

-¿Eso duele?

-Al principio el ego mostrará todo su poder, desplegará mil artimañas para hacerte sufrir, se sentirá herido, te hará pensar que te estás volviendo loca, y te lo intentará comprobar cuando tus seres queridos no te crean, o te vean de forma extraña, te rechacen o no te comprendan, y entonces tú te preguntarás si estás en lo correcto o no, pensarás que tal vez estás perdiendo la razón, lucharás contra tu propio ego, como personaje observador te darás cuenta de cuánto miedo tienes y cuando más terror sientas, más se irá diluyendo el ego, porque su propia resistencia será la llave para que yo pueda abrazarlo y comprenderlo y él aceptará que todo cambia, y que él ha terminado su función, que ya el teatro no es necesario, que yo, el Ser, estoy aquí para amarlo y protegerlo, para honrar su gran trabajo, y para enseñarle a ser una conciencia libre de dolor.

-Recuérdame mi Ser que no soy este pensamiento, que no existe la muerte tal como la concibe mi ego, que soy mucho más que esto que veo, que puedo llegar tan lejos como me proponga, que no hay límites, sólo los que mi ego me impone, que soy un Ser infinito, eterno, inmortal, y que el amor es la fuente de la fuerza vital que me mueve y que me impulsa. Recuérdame que no existe la caída, sino el vuelo, que no hay nada que pueda detenerme salvo yo misma y que todo lo que me rodea forma parte de lo que soy realmente.
Y recuérdame que todo esto es un sueño y que cuando despierte habré regresado a lo que soy, con mi verdadera familia, tal y como siempre me decía de niña para tranquilizarme cuando me asustaba este mundo.

-Sólo respira profundamente, sólo recuerda, pequeña, recuerda...

Arael Elämä Araham 
Diálogos


lunes, 14 de septiembre de 2015

UNA MIRADA AL ALMA - LA MELODIA DEL SER

LA MELODÍA DEL SER

Del mismo cielo se deslizan suaves gotas cristalinas, envueltas en un halo dorado que se mezcla con mi energía al entrar en mi cuerpo, invadiendo cada célula, cada lugar que compone este pequeño y frágil instrumento que el Ser escogió para comunicarse, para expandirse, para hacer que sus notas se escucharan en su canción resonante.

Al principio, mi mente, esa pequeña inconsciente que se comporta casi siempre de forma inconherente y respondona, comenzó a resistirse a la llegada de algo tan magestuoso, porque tenía Miedo...

Y entonces el dolor se hizo con el poder y conquistó todo el territorio, abarcando cada cuerpo que compone esta plantilla con forma humana que parece que sea yo, pero que es pura apariencia. Si me vieras desde el Ser, sabrías que no tengo este rostro, no soy así, soy mucho más que esto que crees estar viendo, y no soy tampoco tu opinón sobre mí, sea cual sea, y no soy tampoco el reflejo que tu mente quiere ver, pero he venido con esta forma holográfica manifestada como aparente materia, para que podamos comunicarnos de otras maneras, relacionarnos, mirarnos, y sobre todo, he venido así para conseguir algo que parecía muy fácil antes de intentarlo, ser lo que soy, mi verdadero yo, a pesar de llevar este traje, a pesar de experimentar en un mundo que no entiendo y donde nada es lo que parece.

Sufriendo los hechos se perfilan de un modo tan distinto. Todo cambia de tonalidad, los días lluviosos resultan fríos, tristes, y un motivo más de llanto y de desesperación. Los problemas se convierten en montañas, en navajas afiladas que te hieren, hundiéndose en tu carne, pero no es ahí donde te duele, sino en el alma, en lo más profundo que puedes sentir, describiéndose como un abismo en el cual caes y caes sin que un ápice de luz te sostenga.

Cierras los ojos y te observas, corroborando cada detalle que te disuelve en la desdicha y te empuja al fatalismo, pero es la mente quien juega y quien gana, o quien pierde, porque se enfrenta sólo sí misma, en el juego de la luz y la oscuridad que ella misma inventa.

Es ahí cuando de pronto una fuerza suprema se despierta con la fortaleza de un dragón invencible y arrasa de un fogonazo todo lo que el ego estaba tejiendo en su afán de estar por encima de lo que estaba sucediendo realmente. Se termina la mentira de la dualidad porque sólo existía en el mundo del ego.

Y las gotas de luz que penetran en mi piel y se expanden, continuan realizando su función en mí, guiándose por todo mi sistema energético y orgánico como si supieran desde siempre hacia dónde deben ir, dónde deben colocarse, cómo deben ir fluyendo por mi Ser.
Me doy cuenta entonces de que el ego se ha quedado exahusto, dormido en su pelea por temer lo que estaba ocurriendo.



Tanta lucha, tanto miedo, tanto desasosiego por algo que en realidad, no es realidad, por algo que es sólo parte de un paradigma obsoleto que se resiste a caer con todas sus fuerzas.

Pero el ego sólo conoce esa verdad, se forjó con cada mentira llamada verdad, con cada invento llamado realidad, con cada espejismo que fue aprendiendo, y se creó así su propio mundo para gobernarlo. 
¿Cómo no comprender su temor al verse amenazado por una entidad tan inmensa, vestida de algo que rechaza a causa de su temible magnificencia?.

Ya en reposo, siento las aguas cristalinas rebosando dentro de mí, las oigo cantar, su melodía se eleva por encima de la voz del ego, inunda todo el espacio que soy, estoy siendo y siendo, como una ráfaga de viento que cobra vida y que se vive, que se siente, que se hace ser dentro de este gran universo interior que habita en este pequeño receptáculo llamado humano.

Mi Ser, que soy yo misma, mi verdadera esencia, cabalga sobre la senda de mis memorias ancestrales, las libera, las enciende de amor, las besa, las eleva, y desata el mecanismo de apertura hacia el mundo que no era capaz de ver cuando mi ego se asustaba.

La verdadera melodía ya suena sin interrupción alguna...

El reinado de lo invisible comienza, pero ahora, ya no será más tan incierto, ni tan temido...

Arael Elämä
Una mirada al Alma
 

jueves, 10 de septiembre de 2015

DIÁLOGOS - LLUEVE



Llueve...

A través del vidrio de la ventana no puedo sentir el aroma de la lluvia. Abro para que entre en mí todo el frescor de la humedad de las gotas que caen desde el gris de este cielo que hoy me cubre con aires de tristeza.

Tú, luz que ilumina los días de tormenta, te enciendes para que no vuelva a perderme, pero me pierdo, y la oscuridad confunde mis pasos, me busco, mas no me hallo.

-Tengo miedo – te digo con lágrimas en los ojos – Me asusta la idea de no lograr salir de este túnel sombrío, y me siento atacada por la sombra.

- No hay sombra, hay Ser,  hay ego, ya no es tiempo de pensar de esa forma tan polarizada, ahora debes traspasar esta barrera, llegar al final de este camino que tanto te asusta y darte cuenta de lo que es real y de lo que no, pero esta vez el juego se termina.

Diferenciar la verdad entre tanta mentira, tanto espejismo, a veces me resulta tan difícil, por eso me inventé un radar que me ayudara a ver más allá de lo irreal, sin embargo, tenía un defecto, el ego supo muy bien cómo colarse por una grieta llamada fantasía.

Llueve...


Siento que se anuncia el principio de algo, pero esta vez duele, duele, duele...

-¿Por qué duele tanto? - Te pregunto.

- Porque te resistes por el miedo, pero todo está bien. – Me dices mientras me sonríes como lo haría un ángel tras darle un beso en la mejilla a un niño.
-¿Qué debo hacer? Me siento derrotada, rendida ante este caos emocional que no comprendo, y no sé cómo salir de este laberinto que ha creado mi mente, y de esta crueldad que siento y respiro.

- Cierra los ojos y déjate guiar por tu Ser, desconecta de la mente por un rato y camina de mi mano, sin mirar atrás, sintiendo sólo el ahora, confiando en que el universo tiene su propio plan para ti, y que tú no puedes hacer nada, todo está hecho.

Llueve...

El horizonte se dibuja grácil entre las siluetas de las nubes que me acompañan. El viento entra y me abraza, me cubre de viejas nostalgias, me besa en la frente y se marcha. Mi pelo se peina con la última ráfaga de mi pasado, mis lágrimas limpian mi pena, mi pecho se enciende como una vela, alumbrando mi espacio, y una esfera de una tenue luz me envuelve, soy yo, me siento, he vuelto a mí, ya no estoy sola, ni estoy desamparada, existo...

Y dentro de esa esfera me doy cuenta de que amo vivir, amo la lluvia, amo la fragancia que se desprende de la tierra mojada, el otoño que está regresando, y este nuevo amancer, este nuevo mañana que se avecina, esta anunciación de un final y un comienzo... Amo poderlo ver, a pesar de las heridas, a pesar de tanto miedo, a pesar de tanta lucha y tanta resistencia de mi ego, y del ego de  otros...

La realidad que aparece frente a mí, esa creada colectivamente, me araña el alma, pero es hora de que sane y mire de no caer más en su trampa.

Llueve...



Voy a salir a la calle, quiero que la lluvie me bañe, que bautice mi alma de mi verdadero nombre, de lo que soy realmente, de mi nacimiento, el de un Ser que arde dentro de mí...

Lluevo y expando el amor, para saciar y borrar el dolor que fabrica el ego...

Arael Elämä...

Diálogos

sábado, 5 de septiembre de 2015

PROPÓSITOS - EL SER Y EL ALMA GEMELA

Todo parece un sueño, ¿realmente he muerto?, pensé que sería diferente, no así, tan sereno, aunque ya me habían hablado de la paz que se siente.
El frasco de pastillas está ahí, vacío, puedo verlo, y mi cuerpo sin vida está en la cama, con mi ropa preferida.
Morir bien vestida y maquillada es mejor que hacerlo desaliñada, como he estado últimamente deambulando por mi casa deprimida y destrozada emocionalmente.
Pero noto que la falta de respiración hace que esa que yo era no se parezca en nada a mí, ya no soy yo, sólo era el envoltorio que me recubría.
Soy conciencia, soy vida, soy ser, y sobre todo, por fin soy libre, ya no sufriré más el asco de ser humana, de pertenecer a esta especie que todo lo destruye, que todo lo arrasa.
Veo una luz, es muy potente, va tomando forma, me recuerda a los famosos ángeles que algunos pintores dibujaban en las bóvedas de las iglesias y catedrales.
Se está acercando, no sé si estoy preparada para irme, de repente siento mucha tristeza por haberme suicidado, tal vez me precipité. ¿Cómo se sentirán mis seres queridos? ¡Qué desastre! Me siento mal, no he pensado en ellos, sólo pensé en mí, en mi desesperación. Y es que realmente creía que no había otra salida, no, no la había, este mundo está condenado a marchitarse, los seres humanos son destructivos y no quería quedarme aquí para seguir viendo tanta masacre hacia toda manifestación de la vida, tanto humana como no humana. No puedo más, eso es, eso fue lo que pensé, que ya estoy agotada de luchar, que no quiero existir más, que esta guerra ya la tenía más que perdida. El amor no me salvó, el amor no me sirvió para vencer tanta amargura, tanta crueldad, y menos si estaba sola, tan sumamente sola, sin él, sin mi compañero, sin aquel que me ayudaría a mantenerme fuerte.
Ese ángel se está haciendo más presente frente a mí, y siento que quiere darme un mensaje.



  • Querido Ser, ¿qué has hecho? ¿Por qué hiciste esto?- me dice con una tierna mirada iluminada y bañada de compasión y de comprensión.

Estoy llorando, sí, siento mis lágrimas caer, pero ¿cómo puede ser eso? Estoy muerta, no puedo llorar, pero siento, estoy sintiendo emociones, todavía las siento, no comprendo nada, me encuentro mal, aún sufro.

  • ¿Eres un ángel? - le pregunto envuelta en mi llanto sin poder detenerlo.
  • Sí, me envían para guiarte.
  • Lo siento mucho, de veras, lo siento tanto, pero no podía más, no soportaba la hostilidad del ser humano, me avergonzaba de ser humana, no lograba adaptarme, no conseguía mantenerme en el amor mientras veía cómo sacrificaban vidas humanas, cómo mataban a los seres vivos para ganar dinero, cómo la lucha de poder ensombrecía todo a mi alrededor. Me sentía manipulada, obligada a ser una más en el rebaño, y yo luchaba, te juro que luchaba con uñas y dientes. Salí de ese sistema creado para dominarnos hasta donde pude, hasta el límite, pero siempre había algo o alguien que me arrastraba, mi situación se volvió precaria, perdí mi casa, perdí mi la vida que llevaba, mi esclavitud se transformó completamente al salir del engaño de la protección del sistema, supuestamente a cambio de ser una más, sólo eso, una más, y sufría, sufría tanto, tanto, pues me sentía desprotegida, atacada, perseguida, y sobre todo, no comprendida y abandonada. Me caía y me levantaba, soñaba con llegar lejos, con cumplir mis sueños, con ser una de las precursoras de un nuevo camino hacia una humanidad más “humana”, tal vez más divina. Y cada mañana me repetía que el presente era lo que importaba, que me debía centrar en que mi ser se cristalizara en mí para salir volando, saltando todos los obstáculos, descubriendo las ilusiones que me palidecían la mirada, y alcanzando la verdad, la única verdad. Y sin embargo, no pude más. Mis caídas eran cada vez más fuertes, mi dolor era cada día más intenso, y no había nadie para abrazarme, para ayudarme, para darme fuerzas, así que la soledad jugó también su papel destructivo. Me cansé de llorar, mis ojos se quedaron sin lágrimas, me cansé de llamar a mi compañero para que me rescatara cuando estaba a punto de tirar la toalla sin hallar respuesta alguna, me cansé de ser valiente, de poner la otra mejilla, de ser comprensiva, de tener coraje, de limpiar mis heridas, me cansé de mi ego, de su oscuridad, de la de los demás egos que habitan en cada ser humano, de las mentes corruptas, de las falsedades, de las personas que proyectan sus envidias y sus conflictos en general sobre mí, de enamoramientos absurdos que luego se convertían en odio por no corresponder a sus deseos, y sobre todo, querido ángel, me quedé sin fuerzas para sobrevivir, sólo quería existir, ser y respirar amor, pero en este lugar me ahogo, me falta el aire, no hay amor, pocos pueden sentirlo y darlo incondicionalmente y yo me estaba muriendo asfixiada, no podía más, era una tortura. ¿Puedes entenderme? ¿Podrá El perdonarme?
  • Querido Ser, no tenemos que perdonarte, no he venido para eso, tal vez tú seas quien debas perdonarte a ti misma, por haberle hecho daño a tu cuerpo, pues él era un templo para ti, un vehículo para alcanzar una nueva fase en tu existencia. Sin embargo, nosotros los ángeles no vemos los espejismos que crean los humanos, no vemos esas alucinaciones mentales que crean colectivamente, sólo nos limitamos a ayudaros a despertar de la pesadilla que habéis creado.
    Comprendo perfectamente lo que tu mente vivía, su dolor, y cómo tú lo sentías recorriendo cada partícula de tu existencia humana. Entiendo que la vida humana es horrible vista y vivida como tú y otros muchos más lo hacen y puedo dar fe de que no es una solución muy adecuada eliminar tu participación como mujer humana, pues la muerte física no te ha liberado del dolor, como puedes observar.
  • Sí, es cierto, ¿y eso por qué ha ocurrido?
  • Porque no has alcanzado todavía tus propósitos.
  • ¿Y cuáles son? No logré saberlos con certeza cuando estaba en vida, ¿podrías ayudarme y mostrármelos?
  • Puedo hacer algo mejor, te llevaré a un lugar para que los veas.


El ángel me toca con su mano derecha la espalda, justo a la altura del chakra cardíaco y de pronto me siento succionada hacia algún lugar que sé que me sorprenderá. Y así es. Estoy en un parque, rodeada de árboles. Puedo sentir el viento rozarme como si estuviera viva, anuncia el otoño. No reconozco el lugar, pero me es al mismo tiempo familiar. Hay un camino de tierra, un pequeño lago artificial, diría, y unos cuantos bancos de madera. Creo que es temprano, tal vez las ocho de la mañana, o quizás las siete y media.
Ahora veo un hombre, está corriendo, haciendo deporte. Algo brilla con fuerza en su pecho, es una estrella, algo parecido, su fulgor me deslumbra, es enorme, es increíblemente bello y me encandila, me siento enamorada de esa luz que emerge de su interior, es tan maravilloso lo que siento que se disipa todo el dolor de golpe. Quiero saber quién es él, voy a seguirle. El ángel sonríe y me acompaña. El hombre se dirige a su casa, o eso me parece, pero no aminora su ritmo. Yo no tengo que correr, es como si estuviera flotando, y puedo ir a su lado.
Reconozco ya el lugar, había estado tantas veces, pero todo se ve distinto en este estado y cada vez me siento más volátil. Hemos llegado. Una puerta de hierro forjado, que parece antigua conduce a su casa. Vive en un piso de un edificio bastante antiguo, de esos que me gustaban en vida, techos altos, habitaciones grandes, ventanas altas y balcones de barandilla de hierro forjado. Su piso es muy acogedor, y se respira mucha paz dentro de él. Va a ducharse, yo ojeo lo que hay a mi alrededor, su sofá, sus estanterías, sus muebles, un estilo decorativo muy sencillo, práctico y bastante funcional, aunque me encanta. No puedo tocar nada, mis manos traspasan los objetos, no recordaba que estoy muerta, él no podrá verme. Él, ¿quién será ese hombre que tanto me ha atraído? ¿No estaba buscando ver cuáles eran mis propósitos en vida? No comprendo mucho lo que estoy haciendo aquí, debería irme y no distraerme, quién sabe cuánto tiempo tendré antes de...¿de qué? ¿qué pasará conmigo ahora? ¿adónde iré, o adónde me llevarán?.
Se abre la puerta del baño, sale él, medio desnudo, pero sólo su luz me empuja a mirarle, su desnudez es sólo la apariencia de un cuerpo que ya no me dice nada, no reacciono ante su posible belleza, no sé si es un hombre guapo o no, sólo sé que esa estrella que reluce en su pecho me está envolviendo por completo.
Se ha estirado en la cama, al lado de la ventana que deja pasar una brisa suave. Le miro, pero, ¿qué me pasa? Mi pecho arde, siento que una estrella brilla también en mí, tira de mí hacia él, me atrae con tanta fuerza que no puedo impedir acercarme mucho, mucho, estoy en él, mi luz y la suya se funden, le siento, veo toda su vida dentro de mi alma, por todo lo que soy. Ahora sé quién fue, otras vidas, le percibo en mí, yo siempre estuve en él, ahora no hay duda, él es... es... ¡soy yo!

Creo que no ha sentido nada, no es capaz de captar mi presencia, no sabe que estoy aquí, ¿o sí?. Se ha inquietado, estoy segura, en realidad sí sabe que estoy, pero no lo comprende, no entiende qué es lo que está percibiendo.

Llaman por teléfono y se levanta, sigo enganchada a él, no sé cómo salir, no sé cómo desabrocharme de su luz, de su energía, y en verdad no quiero hacerlo, le amo, le amo y no sé por qué, no sé quién es en realidad, no conozco a ese hombre, pero le amo, estoy segura, y me siento a mí viviendo en él.


  • Entiendo, mi querido ángel, era uno de mis propósitos, encontrarle, y estaba tan cerca... Pero ahora ya es tarde.
  • Tu compañero ahora se ha quedado solo, no podrá cumplir sus propósitos, aquellos que compartíais, y sentirá una gran añoranza, más fuerte de lo que nunca sintió, pues él también te buscaba. Ahora la tristeza le invadirá, aunque no sepa que es porque su amada alma gemela ha muerto.
  • Pero si sabíais dónde estaba ¿por qué no propiciásteis un encuentro? ¿Por qué no me ayudásteis a llegar a él?
  • Porque él no estaba preparado para ese encuentro, y tú tampoco, porque una flor florece cuando es primavera, y vuestra primavera todavía no había llegado.
  • Vale, ya he entendido que le he perdido sin haberle tenido, que se ha esfumado la oportunidad de mirarle a los ojos, de besarle los labios, de fundirme con él cuerpo a cuerpo, uniendo esas luces que he visto, lo siento, tienes razón, tendré que perdonarme, y pedirle perdón a él.

Está ahí, vistiéndose, dispuesto a salir. Han pasado horas, la noción del tiempo en este estado es tan diferente, parece que hayan transcurrido sólo unos minutos, pero ya está atardeciendo.
Tengo que irme. Le estoy sintiendo, está enamorado, se va con ella, me alegra que no se quede solo, que pueda experimentar el amor de alguna manera, y siento mucho haberle dejado aquí, pero ya no hay marcha atrás.
De todas formas yo tendré que irme a alguna parte, aún no sé adónde, pero me iré.
Cada vez me siento menos humana, como si se diluyera mi conexión con el residuo de mi ego, de mis emociones, de lo que fui siendo humana.
Me despido de él, de quien debía ser aquí mi pareja, mi compañero, de ese ser que se entrelaza con el mío.

  • Ángel, ¿qué ha sido esta experiencia que he vivido?
  • Te has reencontrado con parte de tu Ser.
  • No comprendo, había llegado a la conclusión de que las almas gemelas son sólo un mito muy mental.
  • Te llevaré a un lugar, acompáñame.

De nuevo su mano en mi espalda y de nuevo un remolino vertiginoso me traslada. Estoy flotando en medio de la nada, ¡no! ¡espera! Estoy en el universo, veo las galaxias, los planetas, las estrellas, es espectacular. Me estoy emocionando.¡Ups!, aún siento emociones.
Mi pecho se enciende de nuevo, su luz es inmensa, muy grande. Cierro los ojos, quiero sólo sentir, me está inundando una gran paz, una sensación de pertenecer a todo lo que hay y al mismo tiempo ser individual, única. Estoy conectando con algo, no sé bien qué es. Parece que mi pecho se esté ensanchando, explotando, y giro y giro lentamente, ¿qué está ocurriendo?.

  • Abre los ojos – me dice el ángel.

Los abro... no soy ya esa mujer que era, soy una galaxia, estoy en cada planeta, en cada sol, estoy en todas partes, incluso más allá de la galaxia me siento existir. Aún noto más, aquella esencia de aquel hombre, está aquí, conmigo, la puedo notar, existe conmigo, está en la galaxia, en cada lugar donde me siento existir está él, ese ser que sentí dentro de aquel cuerpo de hombre, no lo entiendo, no lo comprendo, ¿él y yo somos una galaxia?

  • No exactamente – me dice el ángel al escuchar lo que “pienso”
  • ¿Entonces?
  • Eres una gran conciencia que existe en muchos lugares a la vez, este es sólo uno de ellos.
  • ¿Y él? ¿quién es él?
  • En realidad no hay él, es otra parte de tu conciencia encarnada en otro ser humano.
  • No comprendo muy bien.
  • Tu conciencia, aquella que eres tú en realidad, vive y existe en varios estados dimensionales, divididos en escalas, así como un teclado de un piano se divide en octavas. Cada octava se compone de ocho notas diferentes (podría compararse con los estados de conciencia) que vibran más graves o más agudas dependiendo de la octava donde se encuentren. En algunos estados de intensidad más densa, el fractal de un Ser se polariza, o se divide, porque su experiencia así se intensifica, y su misión se realiza con mayor éxito. Así, en algunas realidades dimensionales, te experimentas a ti misma como conciencia de forma duplicada, teniendo un doble, la parte contrapuesta, por así decirlo. Dos energías que son la misma, al igual que una moneda tiene dos caras. Cada cara es diferente, pero juntas conforman la misma moneda.
  • Todo eso es muy complejo, pero por alguna razón te estoy comprendiendo.
  • Te falta ahora saber cuál era tu propósito como Ser. Vamos a verlo.

Soy una estrella, brillo fuertemente en el cosmos, pero ese ángel está junto a mí. En este estado no siento añoranza, no echo de menos nada, me siento completa y aunque el amor es mi energía, no necesito ser amada, no soy humana, no siento como una humana, mi función es Ser lo que soy, nada más.
Un rayo de mí misma se ha disparado hacia algún lugar, desciende con fuerza, hacia otra octava, hacia una dimensión más densa. Pero ahora todo es oscuro, no veo nada y estoy perdiendo la noción de quien soy, no entiendo muy bien qué está ocurriendo.
Sí, ahora noto el latido de mi corazón, estoy viva, estoy, estoy, ¡estoy en el vientre materno!

  • Sí – escucho al ángel hablarme todavía – así es, estás encarnando.
  • Pero ¿cómo he llegado aquí?
  • No interesa todavía que sepas cómo, sino para qué.
  • Bien, ¿pues para qué estoy aquí?
  • Para que comprendas a qué viniste.

Siento que crezco muy rápido, el tiempo pasa deprisa. Estoy naciendo, nazco, veo la luz, veo un mundo a mi alrededor.

  • Pero de nuevo lo olvidaré todo Ángel, ¡no puede ser!
  • No te preocupes, no será así, sólo siente ese ser que eres, esa conciencia que has sentido en la galaxia, en la estrella, conecta con la gran conciencia que eres y permite que ella se manifieste en ti.
  • Está bien, me concentro.

Soy una gran conciencia, que habita en diferentes dimensiones, que se expande, que avanza, que se fractaliza para poder seguir expandiéndose como conciencia, que se experimenta a sí misma en diferentes estados concienciales, en octavas más altas o más bajas, en todas partes. Provengo de un Origen que es parte de mí, y yo parte de él, nunca me fui de él, jamás lo hice, soy él, él está en mí. Sigo evolucionando, a través de la materia, debo usar este canal físico para materializarme aquí, y así poder pasar a otro nivel más. Debo conseguir ser conciencia pura siendo humana, para que este cuerpo, esta plantilla que soy deje de estar sometida y dominada por una computadora mental que está programada por agentes externos. Debo ser yo quien conduzca al individuo humano, y usar la mente como soporte en este plano. Entiendo, cuando hay materia todo es distinto, debo permitir que ese rayo de luz de la estrella que soy, que es parte de la galaxia que soy, que es parte del todo de lo que soy, se manifeste totalmente a través de cada célula de mi cuerpo, y mi conciencia sea, exista, a través de mi humanidad.

  • Lo has entendido, aunque aún tendrás que aprender mucho más.
  • Sí, ahora sé que no sé nada, pero sé que siento, que soy más que un hacer, soy un sentir, un ser, un estar.
  • Bien, lo entendiste, tus propósitos han quedado al descubierto.
  • ¿Y qué hay de ayudar a otros? ¿No era ese un propósito?
  • Sí, si así lo deseas, de hecho, cristalizar tu luz, tu amor, significa manifestar tu divinidad en ti, en esa mujer que eres, y a través de ella puedes ayudar a quien te pida ayuda y así lo desee.
  • Pero estoy muerta... ya no puedo hacer nada...


Me encuentro mal, me siento fatal, de pronto todo se está haciendo borroso, algo tira de mí, no quiero irme, ¿qué me está pasando? No es el Ángel quien me lleva, ¿qué pasa?.
Me desvanezco, estoy desapareciendo, no siento, no veo, no puedo escucharte más Ángel...

  • ¿Ángel?

Una luz me ciega, siento dolor, me siento densa, el cuerpo me pesa ¿el cuerpo? ¿Estoy viva? Escucho una voz muy tenue...

  • La hemos recuperado.

Me quedo dormida. Me han salvado, no he muerto, y ya no sé bien si deseo irme o quedarme, he vuelto al infierno que ha creado el ser humano. Pero al fin conozco mis propósitos, tengo motivos para luchar, ya no me siento sola, ese Ángel me acompaña y si quiero ayudar puedo hacerlo, al igual que él lo hizo conmigo, guiaré a quienes me busquen para encontrarse a sí mismos, y para entender su mente y hallar sus propósitos mundanos.

Estoy viva...aunque siempre lo estuve y siempre lo estaré, vivo en forma de galaxia, en forma de estrella, en forma de hombre, en forma de mujer... vivo en millones de formas que ni siquiera he podido ver, pero me siento en cada ser vivo, en cada roca o montaña, en cada atardecer, en cada luz y en cada sombra, la muerte no existe... SOY...

Arael Elämä Araham.
Una mirada al Alma

DIARIO - LLAMA GEMELA - PRESENTE

LLAMA GEMELA - PRESENTE

Diario de un reencuentro anhelado – segunda parte


No hace mucho, tal vez unos meses te escribí, exhausta por el desasosiego de un camino confuso y extremadamente desalentador.

Si bien es cierto que mi amor hacia ti no ha cambiado, no puedo negar que yo sí que lo he hecho. Soñaba con hallarte, con manifestar nuestros sentimientos como cualquier pareja, salir a pasear, visitar el mar de diferentes lugares, ya sabes que el mar y yo tenemos una conexión muy especial, viajar a sitios que todavía no conozco yendo de tu mano, y por fin mirarte a los ojos bañándome en tu energía tan elevada y tan amorosa como me la has mostrado siempre a través de los otros planos que frecuentamos.

Sin embargo, mi querido amado eterno, ya no aspiro a nada en esta tierra junto a ti, perdí la fe y la esperanza, perdí la ilusión del reencuentro y dejé la idea de estar contigo de esa manera romántica que mi mente inventaba.
Descubrí que tu presencia era la que era y que tu ausencia física debía ser causada por algo que mi ser conocía y aceptaba, pues era sólo un espejismo en realidad, así que decidí que no te buscaría más, que no te esperaría más, que sólo viviría.

No fue fácil dejar atrás todo lo que tanto anhelaba, ni fue sencillo pensar que jamás podría experimentar nuestro gran amor aquí, como hombre y mujer, tal vez no era mi destino estar contigo, tal vez tan sólo debía crecer, ser mi Ser, permitir que la expansión de mi conciencia se abriera paso con la ayuda y el acompañamiento de una parte de ti, etérica, intangible, mientras que tu parte humana debería recorrer su camino en solitario, o con otra persona.

Me entristecí al pensar que supuestamente debíamos estar juntos, amarnos y mostrar una nueva forma de amar al mundo, y traté de olvidar todo eso, de convencerme de que todo había sido un sueño ridículo y que nada de eso sucedería al fin.

Retomé mi vida, inicié mi camino en solitario, sin ostentar nada a nivel pareja, ya nadie sería lo suficiente para mí, ya nadie llenaría ese vacío que se había generado en mi corazón al desistir de lo que tanto se me había prometido.

Ángeles, guías, sueños, señales, sincronías, y esa persecución terrible de casualidades que no deseaba ver, que ya me hartaban y que me enloquecían, ya sólo quería huir, dejarlo todo atrás.

Algunos hablan de las llamas gemelas refiriéndose a la parte masculina como el “runner”, el que huye, sin embargo, tal vez ahora sea yo la que juega ese papel, la que no desea que la hieran más, la que no se quiera acercar a nadie más, la que opte por llenarse de sí misma y renunciar al encuentro.

Pero una parte de mí grita constantemente tu nombre, tu esencia nace de mi esencia, tu luz se enciende en mi corazón, tu amor y el mío se reunen todavía en otros planos, tu mirada continua observándome cada mañana cuando despierto, tus brazos aún me rodean cuando duermo, tu mano acaricia mi mejilla cuando estoy llorando, y tus besos son ráfagas de energía que inundan a mi alma entrando por mi pecho y colmándome de felicidad.

¿Cómo voy a olvidarte si eres el aroma de mi vida eterna?

Sólo me queda ser, sencillamente ser, y aceptarte así, como eres, como el viento, como el mar, como un sueño que se hace palpable, pero con la sutileza del vapor, o de la fragancia de las flores, sólo me queda sonreírle a la vida, por la gran bendición que supone para mí estar bajo tu protección divina.



Si algún día se realiza ese milagro del que tanto me hablas en susurros de tu alma, no podré cerrarte la mía, no podré escaparme de mi verdad, ni de la tuya, no querré huir de nuestra gran oportunidad de ser juntos la llama del amor sagrado.

Sin embargo, sólo una gota de esperanza cuelga de mis pestañas, a punto de caer rodando por mi rostro como una lágrima más, una de tantas que derramé por tu ausencia, a causa de la incomprensión de mi mente ante algo que sólo el alma comprende.

Hoy me siento libre y completa, fuerte y dispuesta a ser mi ser, a dejar que todo lo que vine a ser se cristalice dentro de mí, para alcanzar mi propia madurez espiritual, emocional y mental.

Tal vez pueda compartir contigo mi aroma de cristal, tal vez tú sólo puedas ser siempre vapor, tal vez ambos seamos sólo viento, tal vez nos fundamos cuando me marche de aquí, o tal vez me alcances como siempre dices, sea como sea, una vez que las alas se agitan tan fuerte como lo hacen las mías, ya no hay marcha atrás, alzaré mi vuelo y sólo un destello de mí será visible...

No es esto una despedida, sino un saludo, una comprensión desde mi ser de lo que somos, estás ahí, lo sé, y me quedo con tu presencia, nunca más con la ausencia, porque tu existencia me hace brillar, porque tu luz me ilumina el camino, porque te siento en todo lo que es, en todo lo que veo, en todo lo que soy, en todo lo que escribo, en todo lo que amo...

Llama gemela, el presente es lo único que existe, y en este ahora, tú y yo, somos sol y luz, cielo y atmósfera, tierra y estrato, fuego y llama, agua y hielo, beso y labio, amor y alma...

Te tengo en mí, por eso no puedo esperar algo que ya está aquí, que sea lo que deba ser, no está en mis manos...

Arael Elämä Araham
Diario