La mañana se abre en un claro luminoso y se me revela un universo maravilloso que me observa grácil y bello, con la ternura más intensa que jamás he sentido en mi alma.
Salgo a mi balcón para contemplar un nuevo amanecer en mi vida que me muestra un renacer creando un sendero de luz hacia un destello.
Las aves vuelan en espiral, creando estelas doradas a su paso, me miran y me sorprenden dibujando su nombre con el resplandor de la luz que generan sus plumas...
El camino se convierte en mar, en océano, y navego en un barco de vela movido por el viento que acaricia mi destino más amado...
El horizonte se convierte en un edén que me espera y que me grita silencioso que se acabó la espera, que terminó por fin el dolor, que allí hay un lugar que será mi nuevo hogar...
Mi corazón emana tanto amor que me elevo y me elevo y de pronto ya no navego, vuelo con las alas del soñador, como un ángel que se libera, que vuelve a ser él mismo y que busca sólo bailar en el aire, danzar con las estrellas y descubrirse...
- Estés donde estés, siempre estoy cerca de ti.-Me repite su voz melodiosa.
Y surcando veloz mis sueños, me adentro en la fantasía de la realidad que se está manifestando entre mis manos, salvándome, como siempre, de la mentira de mi ego, de la obsesión y del apego.
Y ahí está él...
Un grupo de esferas fulgurantes, como él, le siguen y centellean a su alrededor...
Me mira sonriente, como siempre, y me habla...
- Confía en mí -me dice acercando su mano a la mía.
De su mano continuo mi caminar, hacia ese lugar que es sólo nuestro, para alcanzar la grandeza, el sublime amor que nos une desde la eternidad...
- Sígueme, pero no detrás de mí, mantente a mi lado, cerca de mí, porque yo también deseo tu cercanía - Me susurra con la voz de su corazón.
Y al mirarle vuelvo a ver esos ojos que me estremecen, que vacían a mi alma dentro de ellos, que me funden, que me muestra a mi propio ser.
- Me veo en ti -Le digo con todo el amor de un infinito universo que hay en mí.
De pronto desaparezco dentro de él, soy una luz dentro de otra luz, arremolinándose y siendo feliz, siento que jugamos a perseguirnos dentro de nosotros mismos, somos uno en una esfera en la que no nos diferenciamos el uno del otro.
Ya no hay nada más que pueda imaginar, nada más que pueda vivir, nada más que pueda ser, es lo más magnificente que he experimentado en toda mi existencia...pero debo regresar...
- No quiero irme, quiero estar cerca de ti -Le repito mientras me voy alejando.
- Estoy más cerca de lo que crees. -Me contesta con una caricia energética que me llena de su amor.
- ¿Qué quieres decir con eso? - Le pregunta mi mente que comienza a despertarse más y más.
- Pronto lo descubrirás...
Su imagen se hace borrosa de repente, me despido llorando, siempre me ocurre cuando le veo, pero esta vez hay algo diferente...No estaba dormida, ha sido una visión, algo que he sentido, tal vez soñaba despierta...
Estoy en mi balcón, pero una sensación de paz me invade, le siento en mi alma, siento su amor, su energía, su cercanía, está cerca, ¿será que él también me está buscando a mí? ¿Será que piensa en su alma gemela y yo noto cuando lo hace?¿Será que se ha establecido una conexión más fuerte entre nosotros? ¿Será que está preparado ya para nuestro reencuentro?
Cuántas preguntas tiene la mente... mi alma tiene todas las respuestas que ella se formula, pero la mente las esquiva, tiene miedo, se enfrenta a algo totalmente nuevo, diferente, un amor sublime, un amor que romperá todos mis esquemas, un amor que se abrirá paso ante cualquier obstáculo, un amor fuerte, un amor que no es humano, un amor que exite antes de que naciera...
El mundo, la humanidad, está cambiando, se transforma, el ser humano dejará de sentir el amor como lo siente, y comenzará a experimentar un amor más consciente, un amor en el que el respeto, la confianza, la libertad, la aceptación del otro, sin desear agregar o restar nada de él, un amor divino, en el que un todo completo unirá a los opuestos así como la fuente creadora, dios/diosa, son uno en un éxtasis de amor profundo, un amor que reinará en todas partes, y eso, eso es sólo el principio del gran cambio, un cambio en el que siento que tendremos mucho que ver aquellos que nos reunamos con nuestras almas gemelas...
Por eso... ese amor será un gran amor, porque no será nada parecido a lo que nuestro ego, nuestra mente conoce, será algo desconocido por el ser humano, pero algo muy real que proviene del alma, del ser, del "principio único"...
Hemos venido a traer el cielo a la tierra a través del amor...
Eso puede aterrar, puede ser abrumador, pues conlleva una gran responsabilidad, la de amarse como sólo un dios y una diosa divinos se podrían amar, esparciendo su amor hacia los demás...
¿Te atreves?
Arael Líntley
